Reino Unido quiere prohibir las bebidas energizantes para los niños
El gobierno de Reino Unido lanzó una consulta pública sobre sus planes para hacer ilegal la venta de bebidas energizantes a menores de 18 años.
De acuerdo con BBC, el gobierno se debate como mínimo legal para la venta de energizantes los 16 y los 18 años, y le pidió a los ingleses que comentaran sobre el proyecto. Escocia, el Norte de Irlanda y Gales pueden adoptar o no la medida.
Estas bebidas contienen altos niveles de cafeína y azúcar, a veces mucho más que tés y gaseosas. La propuesta se gestó en febrero de este año, y la más reciente evidencia científica sugiere que quienes impulsan la medida tiene razón: el consumo excesivo se ha relacionado con una serie de problemas de salud en los niños, desde la obesidad, las caries dentales, los dolores de cabeza y los problemas del sueño hasta los dolores de estómago y la hiperactividad.
La revista New Scientist publicó un estudio en febrero de 2018 que se tituló “lo que reducir las bebidas energizantes realmente le hace a los niños”. Parece común que un coctel de estimulantes como el azúcar y la cafeína, ambas presentes en estas bebidas, hace a los niños hiperactivos. ¿Pero realmente hay evidencia de que son perjudiciales para los niños?
“La industria suele comparar la cantidad de cafeína en una bebida energizante con una taza de café, pero nueva evidencia sugiere que las bebidas energizantes pueden tener más riesgos de los que se pensaba”, escriben los autores.
Los autores hacen una distinción entre las bebidas energizantes y las bebidas energizantes para deportistas. Las segundas contienen electrolitos, que están diseñados para rehidratar el cuerpo después de esforzarlo al máximo. Pero también contiene altas cantidades de azúcar asociadas con la obesidad, las caries y la diabetes tipo 2.
Lo que separa a las clases de energizantes es la cantidad de azúcar y los estimulantes. Después del consumo, puede causar sed –o mejor dicho, seca– y una sensación incómoda –como un bajón– cuando los efectos pasan.
En una encuesta realizada a profesores ingleses en 2016, se encontró que el 13% culpaban a las bebidas energizantes por el bajo rendimiento académico. Un estudio de 2015 realizado por la Universidad de Yale entre estudiantes de los 11 a los 14 años reportó que el 66% de los niños que tomaban bebidas energizantes regularmente tenían problemas de hiperactividad o falta de concentración.
La prohibición se aplicaría a las bebidas que contienen 150 mg de cafeína o más por litro.
Muchas tiendas ya tienen sus propias prohibiciones voluntarias para menores de 16 años, pero aún es posible que los niños compren las bebidas de algunos minoristas y máquinas expendedoras.
El ministro de Salud Pública, Steve Brine, dijo a BBC: “Todos tenemos la responsabilidad de proteger a los niños de productos dañinos para su salud y educación, y sabemos que las bebidas llenas hasta el borde de cafeína, y con frecuencia azúcar, se están convirtiendo en un elemento común de su dieta. Nuestros niños ya consumen un 50% más de estas bebidas que nuestros homólogos europeos, y los maestros han establecido vínculos preocupantes entre las bebidas energéticas y el mal comportamiento en el aula”.
Las bebidas energizantes también interrumpen el sueño (probablemente por la cafeína), según New Scientist. Un estudio publicado por la OMS en 2014 cita una serie de síntoma asociados con el consumo de cafeína: palpitaciones, presión arterial alta, náusea, vómito, convulsiones en casos extremos y hasta la muerte.
En Reino Unido, el 68% de los adolescentes y el 18% de los niños menores de 10 años consumían bebidas energizantes. En algunos casos, un solo niño podía consumir hasta 2 litros mensuales, y en algunos casos crónicos, 7. Estas cifras salen de un reporte de la Autoridad de Alimentos Europea (EFSA), de 2013.
El gobierno de Reino Unido ya había ordenado reducir la cantidad de azúcar en las bebidas energizantes, para que se mantuvieran entre los 30 mililitros y los 100 mililitros por botella, según las indicaciones de la Universidad de Londres.
La Primera Ministra Theresa May dijo a la BBC: "La obesidad infantil es uno de los mayores desafíos de salud que enfrenta este país, y es por eso que estamos tomando medidas significativas para reducir las cantidades de azúcar que consumen los jóvenes y ayudar a las familias a tomar decisiones más saludables.
Tomado de: elespectador.com