Ciudades intermedias marcan el ritmo empresarial

El emprendimiento en Colombia ya no se concentra en las grandes capitales ni en los mismos sectores. En 2025, el corazón económico del país se está moviendo hacia regiones e industrias que hasta hace poco eran consideradas periféricas. Así lo demuestra un reciente análisis de Alegra.com, basado en los datos de más de 800 mil pymes registradas en su plataforma.
Aunque Bogotá sigue concentrando el mayor número de pymes en el país, con un 44,5 %, por primera vez en años deja de ser el centro del crecimiento. Ciudades como Valledupar (+53,2 %), Villavicencio (+37,8 %) y Cúcuta (+25,6 %) lideran el aumento en la creación de nuevas empresas frente al mismo periodo de 2024. En contraste, la capital cayó un 27,6%, Barranquilla un 25% y Bucaramanga un 11%.
Lo que está ocurriendo es una redistribución del ecosistema empresarial colombiano. Las pymes están creciendo donde antes no lo hacían, activando economías locales con nuevas oportunidades y menor saturación. Más que una descentralización, lo que está ocurriendo es la consolidación de nuevos centros de actividad económica, con negocios arraigados en las dinámicas y necesidades de cada territorio.
“Los datos muestran un cambio estructural. Las regiones están tomando el protagonismo que durante años se les negó, y lo están haciendo con propuestas frescas, adaptadas a su realidad y con una fuerza empresarial enorme. En la actualidad, gracias a herramientas en la nube, la tecnología está ayudando a democratizar la creación de los negocios desde cualquier parte del país”, aseguró Daniela Sandoval, Líder Estratégica de Pymes de Alegra.com
El segundo gran cambio está ocurriendo a nivel sectorial. Aunque el comercio minorista sigue siendo el sector dominante con el 33,7% de las pymes, la salud creció un impresionante 80,4%, convirtiéndose en uno de los motores emergentes del ecosistema. La gastronomía también mostró un crecimiento positivo del 10,2%, lo que sugiere una recuperación del consumo presencial y de experiencias tras la pandemia.
Mientras tanto, algunos sectores tradicionales muestran descensos marcados: la manufactura cayó un 46,6 %, el cuidado personal un 32 % y, sorprendentemente, el sector tecnología y telecomunicaciones un 21 %. Estos movimientos evidencian una reconfiguración de prioridades empresariales, donde las pymes se están adaptando a cambios en la demanda, presiones de costos y dinámicas sociales más profundas.
“Estamos viendo un cambio de fondo, no de forma. Las pymes están dejando de responder únicamente a la inercia del mercado tradicional y están anticipando nuevas necesidades. Esto las hace más ágiles, relevantes y capaces de reinventarse frente a escenarios volátiles”, añadió Sandoval.
Si bien el crecimiento general del número de pymes fue del 11,4 % entre enero y mayo de 2025, el verdadero valor está en cómo están cambiando: dónde nacen, qué ofrecen y cómo responden al entorno. El liderazgo también está evolucionando: el 59,7 % de estas empresas están en manos de mujeres y el 70 % de los empresarios tiene menos de 45 años, una señal de que hay una nueva generación, diversa y digital, transformando la economía del país.