La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado recientemente una emergencia de salud pública internacional debido al brote de Mpox, conocido también como viruela del mono o símica. Esta decisión ha generado preocupación, y el presidente Gustavo Petro ha solicitado al Ministerio de Salud que active los protocolos correspondientes.

Hasta ahora, el brote había pasado casi desapercibido en Colombia, similar a otras enfermedades comunes. Sin embargo, desde junio de 2022 hasta la fecha, se han registrado 4.257 casos en el país, con una notable disminución entre 2023 y 2024.

Según el Instituto Nacional de Salud (INS), en 2022 se reportaron 4.059 casos, en 2023 se registraron 89, y en 2024 hasta ahora se han documentado 109 casos. Esto muestra un ligero aumento en comparación con el año anterior.

La mayoría de los casos han afectado a hombres, con un total de 4.119 casos, mientras que solo 138 mujeres han sido diagnosticadas con la enfermedad en los últimos dos años.

Hasta el 15 de agosto, Ibagué se encuentra entre las diez ciudades con mayor número de casos reportados. La lista de las ciudades más afectadas incluye Bogotá (2.031 casos), Medellín (1.037), Cali (371), Barranquilla (83), Bucaramanga (61) e Ibagué (58).

El ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, afirmó que "Colombia sigue comprometida con la vigilancia y el control de la Mpox, trabajando en línea con las recomendaciones internacionales para proteger la salud de todos nuestros ciudadanos. Continuaremos con nuestras acciones de prevención y respuesta para evitar la propagación del virus".

Por otro lado, los senadores Carlos Julio González, de Cambio Radical, y Soledad Tamayo, del Partido Conservador, han pedido al ministro Jaramillo que informe de inmediato sobre las medidas adoptadas y la disponibilidad de vacunas contra este virus. En su carta, los senadores expresaron la urgencia de recibir información actualizada sobre la adquisición y distribución de vacunas, dada la gravedad de la situación y el precedente de la pandemia de COVID-19.

La enfermedad puede presentar dos fases distintas: una fase prodrómica con fiebre, inflamación de ganglios, dolor de cabeza y fatiga, seguida de una fase de brote en la que aparecen manchas, granos, vesículas llenas de pus y costras en la piel, especialmente en la cara, manos y pies.

Las complicaciones pueden incluir infecciones graves de la piel, neumonía, encefalitis y, en algunos casos, la muerte. Los pacientes son contagiosos hasta que las lesiones han sanado y las costras han caído. Entre las complicaciones graves se incluyen lesiones cutáneas severas, neumonía, infección de la córnea, encefalitis, miocarditis, proctitis, uretritis y co-infecciones con enfermedades de transmisión sexual como herpes, sífilis y hepatitis B o C.