Teniendo en cuenta que el reciente desbordamiento del río Combeima afectó a varias familias que tenían su asentamiento en la zona de riesgo de la cuenca, se han ejecutado planes de acción para mitigar el impacto del lamentable suceso; no obstante, algunos funcionarios públicos y conocedores del tema, se refieren a la necesidad de desarrollar soluciones definitivas en esta zona para evitar que más adelante se presenten situaciones similares.

El concejal, William Rosas, indicó que las cartillas de vulnerabilidad de la cuenca del Combeima se desarrollaron en torno a un estudio realizado en 2012 con causa u ocasión del documento CONPES 3570; sin embargo, ni la autoridad ambiental, ni las anteriores administraciones entregaron balance de obras de mitigación y avances sobre las respectivas acciones, situaciones que hoy dejan un saldo e impacto negativo en la ciudad, al no adelantarse los respectivos procesos.

Por su parte, Dora Montaña, secretaria de Planeación de Ibagué, manifestó que los estudios de la cuenca han sido adoptados por el Plan de Ordenamiento Territorial y en cuanto a la reubicación de las familias vulnerables, precisó que a través de la Secretaría de Ambiente y Gestión del Riesgo, el Comité de Gestión del Riesgo y la UNGR, se construyó un plan acorde con la calamidad pública para iniciar los procesos administrativos de arrendamientos y la construcción de alternativas para que a largo plazo se le pueda otorgar una solución definitiva a las familias.

Del mismo modo, Constanza Zarta Isaza especialista en emprendimiento y gestión de proyectos de innovación y partidos por campos de la OEI, señaló que desde hace más de 27 años se afirmó que sino se cuidada la zona hidrica, se continuaba con el deterioro ambiental, el sobrepastoreo y la contaminación a la bocatoma de la que somos dependientes, cualquier evento desabastecería el municipio y generaría una problemática ambiental como la que se evidencia a la fecha.

A su vez, precisó que la necesidad de la reubicación de los residentes de esa zona, es una situación que viene desde hace años y que va muy ligada a la disposición política y la cultura ciudadana. "La planificación en esta ciudad y quizá en el país va muy de la mano con la parte política", acotó. 

Igualmente, Dora Montaña, afirmó que en estos procesos se debe realizar una articulación insterinstitucional y de la comunidad, sin olvidar que el control urbano frente a la conservación, cuidado y protección de zonas de riesgo, tras las reforma al Código de Policía, está a cargo de los inspectores y corregidores urbanos. "El problema no es de norma, es de cultura de cumplimiento de norma", razón por la que se debe trabajar en acciones técnicas y de mejora.

Frente a la solución transitoria que determinó el mandatario local, Constanza Zarta, selañó que en la ciudad debería existir una secretaría u oficina de vivienda prioritaria, VIS y de reubicación, para que se aborde de fondo la problemática y las soluciones que requiere el municipio. 

Finalmente, la Secretaria de Planeación de Ibagué aseveró que las ayudas o acciones de la Administración Municipal, "no puede ser un incentivo de hacer un asentamiento, poner en riesgo mi vida para después acceder a esos mecanismos", teniendo en cuenta que existe un censo que regula las condiciones y localización de las familias necesitadas. 

Así mismo, William Rosas acotó que el Fondo de Riesgo de Ibagué no tiene dinero y que "dependemos en estas catástrofes del Gobierno Nacional y este no ha puesto los ojos en el Cañón del Combeima (...) Además de que hay una sobre saturación comercial gastronómica"  en ese sector.