Cerca de las 10:00 p.m. de ayer, sábado 11 de enero, un taxista causó un accidente de tránsito en el sector del Jardín Atolsure al colisionar contra dos motocicletas. Afortunadamente, no se reportaron personas lesionadas; sin embargo, los hechos posteriores generaron indignación entre los testigos y dejaron en evidencia la inacción de las autoridades.

Según los testigos, el conductor del taxi de placas TGU 204 se encontraba en aparente estado de embriaguez. Aunque al lugar acudieron ambulancias para evaluar su estado, el taxista se negó rotundamente a ser atendido. Minutos más tarde, su hijo llegó al sitio y lo trasladó en una motocicleta hacia su vivienda, aprovechando la ausencia de las autoridades para evadir cualquier responsabilidad.

La demora en la respuesta oficial exacerbó la situación. La policía llegó aproximadamente 30 minutos después del accidente, cuando el conductor ya había abandonado el lugar. Por su parte, el agente de tránsito no hizo su aparición sino hasta casi una hora después, encontrándose únicamente con los familiares del implicado.

De acuerdo con testigos, los familiares, también en aparente estado de embriaguez, intentaron ofrecer dinero a quienes estaban en el lugar para evitar que el caso avanzara. Esta falta de intervención oportuna permitió que el taxista evadiera cualquier consecuencia legal por sus acciones.

"Hoy fueron unas motos las afectadas; mañana puede ser una persona, un niño o un adulto", expresó uno de los testigos, visiblemente preocupado por el riesgo que este tipo de conductas representa para la seguridad vial de la comunidad.

La ciudadanía exige medidas contundentes para prevenir que hechos como este se repitan y terminen en tragedias. Además, se reclama una respuesta más rápida y efectiva de las autoridades ante incidentes de tránsito, especialmente cuando hay conductores en evidente estado de embriaguez.