Falleció Nury Alexandra Prieto, la mujer que quedó en estado vegetativo tras un intento de feminicidio
La mañana de este martes 14 de enero, Nury Alexandra Prieto Quintero falleció en Ibagué a los 33 años, luego de pasar seis años en estado vegetativo. La joven fue víctima de un intento de feminicidio y agresión sexual a manos de Anderson Contreras Poveda, quien la atacó en su hogar en diciembre de 2018, dejándola postrada en una cama.
Nury Alexandra murió alrededor de las 5:00 a.m. en un centro de cuidados paliativos en la capital tolimense, donde recibió atención médica durante los últimos años. La noticia fue confirmada por su prima, Magaly Cubillos, quien cuidó de la joven desde el trágico suceso ocurrido el 29 de diciembre de 2018, cuando Nury sufrió graves secuelas que la dejaron en un estado vegetativo.
El crimen ocurrió en el apartamento de Nury, ubicado en el barrio Hipódromo de Ibagué. Anderson Contreras, quien había entablado una relación de amistad con la joven, aprovechó su confianza para ingresar a su vivienda, ya que tenía acceso a las llaves debido a reparaciones previas en la residencia. En ese momento, Nury estaba sola. El ataque incluyó un intento de estrangulamiento y una agresión sexual, dejándola inconsciente y con daños irreparables.
Los vecinos alertaron a las autoridades después de escuchar los gritos de Nury. Cuando llegaron al lugar, la encontraron semidesnuda, con la ropa rasgada y signos de intento de estrangulamiento. A pesar de ser trasladada rápidamente a un centro médico, los daños sufridos la dejaron en un estado vegetativo irreversible.
Anderson Contreras fue capturado y condenado a 21 años, un mes y seis días de prisión por el asalto sexual y el intento de homicidio. Sin embargo, la familia de Nury teme que el agresor pueda obtener libertad condicional en el futuro cercano.
"Esperamos que cumpla su condena y no salga tan pronto, ya que creemos que no merece esa oportunidad", expresó Magaly Cubillos.
La familia de Nury, devastada por su fallecimiento, busca justicia y que el agresor enfrente las consecuencias de sus actos. La comunidad también se solidariza con el dolor de la familia, recordando a Nury como una persona amable y generosa antes del ataque que cambió su vida para siempre.
