Video. Ibague nocturna desde el aire
Teniendo en cuenta la difícil situación que se registró el pasado viernes en la capital Musical de Colombia, las autoridades tuvieron que hacer uso de todos los recursos que tenían a su alcance para tratar de retomar el orden público en la ciudad.
Recordemos que todo se originó en el viaducto del Sena, donde estaba ubicado el busto del fundador de la ciudad de Ibagué, Andrés López de Galarza, el cual fue desprendido y derrumbado por parte de algunos manifestantes.
Desde allí la pieza escultural fue trasladada arrastras hasta la zona de la Universidad del Tolima, donde minutos más tarde se originó una confrontación entre la fuerza pública y unos 300 manifestantes encapuchados.
Pese a que la jornada violenta inició sobre las 8 de la noche, los enfrentamientos con la fuerza pública se extendieron hasta pasadas las 3 de la mañana cuando los manifestantes finalmente se internaron en la universidad y desistieron de la confrontación con los uniformados del Escuadrón Móvil Antidisturbios.
Vale la pena señalar que en medio de los procedimientos de Policía fueron detenidos algunos jóvenes, quienes fueron trasladados hasta el comando para realizar su identificación plena e instaurar los respectivos comparendos a su nombre.
No obstante, se conoció que también hubo algunos manifestantes que resultaron heridos y que tuvieron que ser evacuados en ambulancia por el sector de la María hacia diferentes centros asistenciales.
En medio de la intervención de la fuerza pública, se logró recuperar una parte del busto de Andrés López de Galarza, toda vez que había sido utilizada como escudo y barricada en medio de las manifestaciones.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, se pidió el acompañamiento de la Fuerza Aérea y el Ejército Nacional para adelantar algunos sobrevuelos, que permitieran guiar a las unidades en tierra que estaban adelantando el restablecimiento del orden público en el barrio Santa Helena de la capital tolimense.
Luego de las 3 de la mañana del día 29 de mayo, finalmente los vecinos de ese sector pudieron descansar, no sólo de la utilización de los gases lacrimógenos y las bombas aturdidoras de la Policía, sino también del estallido de las papas bomba y los gritos de los manifestantes.