El artefacto explosivo fabricado en un tubo de hierro con una longitud de 65 centímetros aproximadamente, fue ubicado gracias a la información de la comunidad que se veía afectada, pues no podían transitar por el sendero que les permite además de atravesar el río, llegar más rápido de la vereda San Miguel a la vereda La Hacienda.

Cabe señalar que la posible activación de la mina antipersonal hubiese provocado daños directos al suelo que podrían generar deslizamientos de tierra, perjudicando a la comunidad que en su mayoría se dedica a la producción pecuaria, actividad primaria de la economía en el sector.

De esta forma, los soldados de la Brigada de Ingenieros de Desminado Humanitario N°1, no sólo contribuyeron a que no se presentarán más víctimas por minas antipersonal, también aportaron a la conservación del medio ambiente y el progreso de la región.