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Juez Primero Penal Municipal del Circuito de Ibagué Norberto Ferrer ordenó la captura del concejal Albeiro Tique Girón

<p>El Cabildante fue hallado culpable del delito de concusi&oacute;n por exigir dineros a sus guardaespaldas por&nbsp; porcentajes&nbsp; de vi&aacute;ticos&nbsp; y honorarios.<br /> &nbsp;</p>
1 Jun 2011 - 9:38 COT por Ecos del Combeima

El concejal Alveiro Tique Girón, fue hallado culpable de los delitos de concusión y falsedad ideológica en documento público, en la diligencia de juicio oral que se adelantaba en su contra en los despachos del Palacio de Justicia.

Luego de un receso el cabildante abandonó el recinto y se ausentó en la  de la audiencia.

La presentación realizada por la fiscalía determinó que Tique regrese a cumplir con la justicia.

El Juez Primero Penal Municipal del Circuito de Ibagué ordenó la captura de alveiro Tique Girón, luego de leerse el fallo condenatorio donde se determinó su culpabilidad.

Para la tercera semana de junio el juez determina el tiempo de privación de libertad que tendrá que cumplir el representante del Polo democrático en el cabildo Municipal.

Eventualmente tomaría la curul Jairo Alberto Acosta Pava, por ausencia permanente.

Acosta Pava ya estuvo fungiendo este cargo cuando Tique fue privado de la libertad en el Centro de Reclusión Nacional de Picaleña, pero en los mentideros sa ha establecido que Acosta Pava no aceptará toda  vez de que aspiraria al cabildo municpal por firmas, esto presume que llegaría a la vicepresidencia del  Cabildo el Ex concejal Wiston Andrés Castro Leiva.

Recordemos que el concejal Albeiro Tique, era acusado de extorsionar a sus guardaespaldas para obtener parte del dinero que les daban por sus desplazamientos.

En la diligencia varios testigos entregaron sus versiones de los hechos, entre los que se destacó un agente del DAS que relató la forma como uno de los guardaespaldas de Tique acudió a él para denunciar supuestas presiones por parte de uno de sus compañeros, al parecer coaccionado por el concejal para que les entregara un dinero, el cual era producto de unos supuestos viajes programados por el concejal, los cuales nunca se realizaron pero si se estaban cobrando normalmente a la administración.

La diligencia había sido aplazada en cuatro ocasiones, ya que el cabildante había recurrido a maniobras dilatorias y no se había presentado a la audiencia, ni tampoco su abogado.