El Gobierno Nacional presentó esta mañana ante la Fiscalía General de la Nación una  demanda contra la aerolínea Viva Air por los delitos de estafa agravada y en masa por $272 mil millones por concepto de venta de tiquetes aéreos, tiqueteras y la recepción de pagos de diversas agencias de viajes.

Este procedimiento, llevado a cabo por el propio ministro de Transporte, Guillermo Reyes, tras el cese de operaciones de la aerolínea y en razón de los “traumatismos, perjuicios causados a miles de colombianos y la paralización en la prestación del transporte aéreo”.

A juicio del funcionario, la aerolínea generó expectativas a los usuarios respecto a sus vuelos, sabiendo que estos no podían materializarse. Indicó que a hoy no se ha realizado el reembolso a los miles afectados por el cese de su actividad.

“Estamos poniendo la cara como Gobierno del cambio por nuestros pasajeros, por nuestros usuarios, por nuestras agencias de viaje, por nuestra defensa del transporte aéreo”, aseguró  Reyes.

Impacto económico
El cese de actividades por parte de Viva Air no solo generará un impacto económico importante sobre el sector, sino que también podría incrementar los precios de los tiquetes aéreos y afectar la confianza de los viajeros a la hora de tomar una decisión sobre si viajar en el futuro próximo, revela un análisis de Corficolombiana. 

Ante esto, las medidas que tome el gobierno serán claves para mitigar el choque y de esta forma, poder continuar con la estrategia que tiene concebida para los años 2022-2026 en su plan Turismo en Armonía con la Vida. 

Como se sabe, la aerolínea de bajo costo Viva Air decidió suspender sus operaciones el 28 de febrero de 2023 a causa de la difícil situación financiera por la que atravesaba. Esta medida dejó aproximadamente a 460 mil viajeros sin vuelo y sin información sobre el futuro de sus pasajes. 

De acuerdo con la Aerocivil, fueron en promedio 100 vuelos diarios cancelados, cada uno con 180 pasajeros. Viva Air representaba el 20% del mercado de pasajeros en el país. 

Las estadísticas señalan que en 2022 Viva Air transportó 6,6 millones de los 32,7 millones que se movilizaron en los aeropuertos con destino nacional. Ante esto, aerolíneas como Avianca, Latam Airlines y Ultra Air, ofrecieron asientos disponibles para acomodar a algunos de los viajeros varados. 

El análisis de la financiera muestra que el flujo de pasajeros en el país se contraerá anualmente un 5,0% en 2023 en comparación con el 1,1% que habría crecido si el caso de Viva Air no se hubiera presentado. 

Esto quiere decir que, cuando se compara el escenario sin Viva Air continuando operaciones contra el escenario de Viva Air continuando operaciones, la contracción es de 6,0%. 

El efecto inmediato de la salida de Viva Air es una reducción de la oferta, lo que puede tener un impacto directo sobre los precios de los tiquetes aéreos.