La atracción de eventos como estrategia de desarrollo local
La estrategia de atraer eventos a una región es un recurso estratégico vital que no solo impulsa el turismo, sino que también dinamiza la economía local. En un contexto donde las temporadas turísticas varían, la llegada estratégica de eventos durante los periodos de menor actividad emerge como un motor significativo para mantener la estabilidad y calidad de los empleos en el sector.
La industria de reuniones no solo genera ingresos directos, sino que también desempeña un papel fundamental en la difusión de conocimientos y prácticas profesionales. Al atraer a expertos y profesionales del área, se fortalece la imagen de la ciudad y se amplifica su exposición en los medios de comunicación, generando un impacto positivo a nivel nacional e internacional.
Aunque esta estrategia no es novedosa, su relevancia en el Tolima se remonta a la creación del Bureau de Eventos y Convenciones en 2009, impulsado por el sector privado. Afortunadamente, los entes gubernamentales han apostado por la atracción de eventos deportivos de alcance nacional e internacional, lo que ha contribuido al creciente posicionamiento en el turismo deportivo.
Para consolidar aún más el posicionamiento de Ibagué y el Tolima en los múltiples frentes prioritarios para el desarrollo, es crucial diseñar una estrategia estructurada para atraer eventos en diversos ámbitos, desde la música hasta la agroindustria, pasando por la logística y la inversión. Cada evento especializado representa una oportunidad para atraer expertos y aumentar la visibilidad de nuestra ciudad ante actores clave.
La clave radica en atraer eventos especializados que nos presenten como un destino potencial de desarrollo e inversión y nos permitan conectar con actores clave del sector. Gestionar la sede de eventos como "Expo Aviatur" o el "Congreso Integrado de Logística, Zonas Francas y Puertos de la ANDI" ejemplifican el potencial transformador que supondría ser sede de tales encuentros.
Pero el verdadero éxito no solo se mide en la llegada del evento, sino en el impacto generado en diferentes aspectos, como el nivel de gasto, el desarrollo efectivo del evento, la percepción de la imagen del destino y la creación de redes de contacto y conocimiento local.
Para lograrlo, es fundamental articular toda la cadena de valor, desde el sector turístico hasta los sectores específicos relacionados con cada tipo de evento. Esto debe convertirse en un propósito de ciudad respaldado por instancias de concertación como mesas sectoriales de turismo y reuniones del Concejo de Turismo, que permitan trazar estrategias claras y efectivas para garantizar una imagen sólida de ciudad como destino turístico y sede de eventos de alto impacto, con la articulación permanente de la oferta turística y cultural.