La ilusión terminará igual
Hoy se celebran las elecciones en Venezuela, la oportunidad que esperan millones de venezolanos para romper 25 años del régimen chavista, de los cuales, desde el año 2013 está en cabeza de Nicolas Maduro, quien esta vez busca su tercer periodo como presidente.
Estas elecciones se realizan después de recorrer un difícil camino que incluyó la firma del pacto en Barbados, ayudado por la presión internacional pero incumplido por Maduro; el levantamiento de las sanciones por Washington, luego una parcial reimposición y la inhabilidad de la principal líder opositora María Corina Machado. A pesar de todo lo anterior, el ambiente en el vecino país y algunas encuestas registran un entusiasmo ciudadano por el ex embajador, Edmundo González, candidato que reemplazó a Machado tras su inhabilidad y el amplio malestar en contra del gobierno madurista.
Es que la realidad de nuestro país vecino es insostenible, pues estos personajes han convertido a Venezuela en el ejemplo global de una economía pésimamente manejada. La combinación de la contracción económica, la restricción de las libertades políticas y un empobrecimiento generalizado de la población ha obligado en los últimos años, según cifras de las Naciones Unidas, a unos 7,7 millones de venezolanos a abandonar el país. De estos migrantes, alrededor de 2,9 millones están en Colombia mientras que, solo en 2023, 328 mil venezolanos cruzaron el Darién con rumbo a Estados Unidos.
Sin embargo, los chavistas no quieren perder el poder, por eso han perseguido activistas, rescindido la presencia de observadores internacionales y agudizado su talante autoritario en los meses recientes, Maduro ha dicho que, de perder los comicios, el país caería en “un baño de sangre”. una amenaza que estoy seguro estará dispuesta a cumplir.
Ojalá me equivoque, pero siento que la ilusión de millones de venezolanos terminará igual que en años anteriores, puesto que la oposición no tiene las garantías para una participación democrática libre, limpia y transparente, están en una batalla con todo en contra. Solo espero que Dios acompañe a Venezuela, que alcancen su libertad y que este nuevo intento por recuperar lo que alguna vez su país, no terminen corriendo la infructuosa suerte de Henrique Capriles, Juan Guaidó o Leopoldo López.