Hombres en re(e)volución
En la actualidad, el concepto de masculinidad requiere de una reevaluación profunda en diversos contextos sociales, incluyendo nuestro territorio tolimense. Tradicionalmente, la masculinidad ha sido concebida como una construcción rígida, atada a valores de fuerza, dominio y autosuficiencia. Sin embargo, en el Tolima, un territorio históricamente marcado por la violencia y la resistencia, surgen expresiones de masculinidades subversivas que cuestionan y reconfiguran estos paradigmas tradicionales.
¿Pero qué son las masculinidades subversivas? El abordaje de este concepto, hace referencia a aquellas expresiones de la masculinidad que desafían y cuestionan los modelos tradicionales y hegemónicos de lo que se considera ‘ser hombre’. Las masculinidades subversivas buscan redefinir las características que tradicionalmente han sido asignadas al hombre, y promueve valores como la vulnerabilidad, la empatía, la igualdad de género y la aceptación de diversas identidades sexuales y de género.
El análisis de las masculinidades subversivas en el Tolima requiere entender el tejido sociocultural que ha dado forma a las identidades de género en nuestra región. Durante décadas, la violencia armada y el conflicto interno modelaron no solo las estructuras de poder, sino también las expectativas de comportamiento masculino. Ser hombre en el Tolima ha estado tradicionalmente vinculado con la capacidad de proveer, proteger y, en muchos casos, ejercer control sobre otros. Esta normatividad, enraizada en una historia de guerra y resistencia, se ha visto desafiada en los últimos años por nuevas formas de ser hombre, que no necesariamente encajan en los moldes tradicionales.
Las masculinidades subversivas en el Tolima pueden ser entendidas como respuestas a las limitaciones y presiones impuestas por la hegemonía patriarcal. Estas expresiones incluyen desde la redefinición del rol paterno, donde hombres asumen tareas que tradicionalmente se han asignado al género femenino, hasta la visibilización de identidades no heteronormativas que buscan un espacio de reconocimiento y respeto en una sociedad predominantemente conservadora. Estas nuevas masculinidades desafían las normas establecidas y abren espacios para el diálogo intergeneracional y la construcción de relaciones más equitativas y solidarias.
Un ejemplo claro de estas transformaciones es el creciente involucramiento de hombres tolimenses en procesos de formación artística y comunitaria, roles que históricamente han sido feminizados. Estos espacios permiten a los hombres explorar y expresar emociones de maneras no convencionales, alejándose del estereotipo del hombre insensible y emocionalmente distante. Además, la participación en movimientos sociales que abogan por la equidad de género y los derechos LGBTIQ+ en la región evidencia un cambio en la percepción de lo que significa ser hombre en la contemporaneidad tolimense.
Aun haciendo este análisis y poniendo en estas letras el panorama de este concepto, estas masculinidades subversivas enfrentan retos significativos. La resistencia cultural a la transformación de los roles de género sigue siendo fuerte, y los hombres que eligen apartarse de los estereotipos tradicionales a menudo se enfrentan a la estigmatización y el rechazo. La presión por conformarse a las normas patriarcales persiste, y muchos hombres sienten el peso de cumplir con expectativas que ya no resuenan con sus experiencias personales.