¿Comité de aplausos o verdadero control político? La Asamblea del Tolima en el ojo del huracán
Según el politólogo, el comportamiento de los diputados ha carecido de independencia crítica, lo que ha llevado a una duma caracterizada por el unanimismo. Como prueba de ello, Hernández mencionó la reciente aprobación del presupuesto departamental para el 2025, que alcanzó los 1.7 billones de pesos y fue avalado por 14 de los 15 diputados sin un debate profundo. «Eso nos muestra el unanimismo con el que se está gobernando hoy el departamento del Tolima sin que existan mayores voces», declaró.
Asimismo, resaltó las incoherencias en las políticas del Gobierno Departamental, especialmente en temas de seguridad. «No puede ser posible que, mientras se advierte la presencia de grupos subversivos y se genera pánico colectivo en la opinión pública, al mismo tiempo se llame a que el Tolima se convierta en un destino turístico», criticó, cuestionando por qué las bancadas cercanas al Gobierno Nacional no han realizado un control político más riguroso frente a estas situaciones.
Además, Hernández Lombo señaló que los diputados con afinidades ideológicas al presidente Gustavo Petro han permitido los constantes «dardos» de la gobernadora contra el Gobierno Nacional. «Es curioso que estas bancadas, que deberían ser las encargadas de liderar los debates, se mantengan en silencio», aseguró el politólogo.
Con el inicio del 2025, un año preelectoral, el politólogo vaticinó que podría surgir algún nivel de oposición dentro de la Asamblea. «Las campañas para las elecciones legislativas podrían impulsar posiciones de inconformismo, especialmente entre quienes aspiren a la Gobernación en 2027», expresó, dejando abierta la posibilidad de un cambio en la dinámica política de la duma departamental.
Asimismo, para Hernández, la Asamblea tendrá el reto de demostrar que la corporación puede superar estas percepciones y convertirse en un escenario de verdadero debate y control político.
Recordemos que con un presupuesto histórico y retos importantes como la reactivación económica, la seguridad y el fortalecimiento de sectores estratégicos como la educación y el agro, el papel de la Asamblea será decisivo. La pregunta es: ¿será este el año en que la duma recupere su protagonismo como garante de los intereses ciudadanos y el control político? Solo el tiempo y las acciones de sus miembros lo dirán.