La ‘Celotipia’ lleva a tomar decisiones extremas sin pensar en las consecuencias o daños graves a sí mismo y a los demás
Recientemente se conoció el caso de la juez del municipio de Ataco, quien fue capturada por las autoridades y acusada tras conocerse su posible responsabilidad en la autoría y como determinante en un intento de sicariato frustrado en el mes de marzo en contra de la actual compañera sentimental de su ex marido, hechos registrados en la ciudad de Ibagué.
Según las acusaciones por parte de la Fiscalía, la profesional del derecho y juez promiscuo del mencionado municipio, habría contratado dos pistoleros a sueldo para cometer el crimen en contra de la vida de su rival sentimental y de la hija de su ex compañero.
Pero, ¿cuáles son los motivos que mueven a una persona profesional, bien remunerada con estabilidad laboral y aparentemente con su futuro asegurado dentro de la Rama Judicial, a emprender este tipo de acciones y a urdir aparentemente un plan macabro para lograr sus intenciones?
Le preguntamos a la profesional psicóloga clínica, especialista y magister en psicología jurídica, magister en criminalística y ciencias forenses, Lorena Prada Cruz, quien manifiesta que este tipo de actuaciones de los seres humanos, radican en gran parte dentro de un comportamiento o enfermedad conocido como la celotipia.
“Este es un trastorno generado por los celos enfermizos que pasan unas líneas del comportamiento y se reflejan en baja auto estima y sensaciones negativas en lo físico y lo mental, pero, ¿porqué mandar a matar a la rival y no a su ex esposo?, pues porque muchas veces la persona que padece de celotipia, piensa que esa amante u otra mujer se lo quitó o se lo arrebató y que además de causarle un dolor o daño sentimental, le está de paso quitando otras cosas como si también le arrebatara por ejemplo, algo material y económico”, dijo la profesional.
Afirmó que también la persona con celotipia, no ataca a su ex compañero sentimental porque considera que él también es una víctima de la amante que se lo quitó y tal vez, sacando del camino a esa persona, este podríaregresar a su lado, se trata de una dependencia creyendo que su pareja es de ella, el decir mi esposo, mi novio, mi mujer, mi marido, se puede llegar a convertir en una posesión enfermiza queriendo amarrar u obligar al otro a permanecer a su lado porque aparentemente es de su propiedad y eso no es amor, es un cuadro de celotipia.
“Todo se aprende con las pautas de crianza desde la primera infancia y el entorno emocional bajo el cual nos criaron, si venimos de unos papás que están juntos pero siempre se están peleando, se han agredido físicamente, hay infidelidad y ha sido un hogar disfuncional, los hijos en muchos casos se enseñan a actuar de igual manera y por otra parte, hay que aprender a hacer los procesos de duelo cuando se va una pareja, es como cuando alguien se muere pero muechas de las personas, cuando terminan una relación no han hecho ese proceso y se vinculan casi que de inmediato con otra relación, y van a llevar todas esas experiencias y cargas negativas a su nueva pareja”, agregó.
Sobre cómo una persona que goza de garantías laborales y con conocimiento de las consecuencias de urdir un plan de estos y más aún, quien ha administrado justicia, sabe sobre los pormenores de este tipo de procesos, debe entender que las primeras indagaciones o pesquisas recaeran sobre quien ha tenido vínculo sentimental o alguna relación cercana con uno de los integrantes de ese triángulo lo cual demuestra que al actuar así, la persona no se encuentra en sus cabales o gozando de una adecuada condición mental.