Will Smith, así nos persuaden los políticos
Generar un hecho polémico y extraño para que todo el mundo hable de él, se solidarice o provoque odios y amores, es una estrategia muy exitosa que surgió en Estados Unidos y que ha sido adaptada por diferentes famosos, políticos y eventos alrededor del mundo.
El golpe de Will Smith a Chris Rock en los Premios Oscar aumentó en un 56 % el número de espectadores de la ceremonia en comparación con la edición de 2021. De acuerdo con el análisis de la firma Nielsen - en el momento en que el que sucede la broma y posterior al golpe - la audiencia aumentó en 614.000 espectadores. Chirs Rock es uno de los comediantes más famosos de los Estados Unidos, quien por estas fechas tiene proyectadas 38 presentaciones en su gira de stand-up comedy "Ego Death World Tour". A la fecha los boletos están agotados y el valor pasó de costar US$46 a US$341 luego de la ceremonia de los Oscar en el teatro Dolby, lugar donde curiosamente termina su gira de presentaciones.
Los premios Oscar son pioneros en esta materia con más de 14 escándalos en toda su historia, seguido de Miss Universo; evento en decadencia que últimamente quita coronas para revivir su éxito. En el 2014 John Travolta se confundió aparentemente al pronunciar el nombre de Idina Menzel, llamándole "Adele Dazeem, en minutos la tendencia en redes sociales generó un impacto trascendental en el rating de la gala. En el 2013 Michael Moore critica al Presidente Bush cuando acepta su premio y esto se vuelve un motivo de discusión perfectamente puesto para ser aprovechado por los demócratas.
La relación de lo que pasa en el mundo y el acontecer nacional no es para nada distante, estamos copiando de occidente todo el tiempo costumbres, estilos de vida y estrategias. Es por esto que los besos de dos mujeres en el Super Bowl no distan del beso entre Lina Tejeiro y Epa Colombia en el mejor estadio de la actualidad: las redes sociales. La polémica de Balvin y Residente, no es de extrañar debido a la histórica relación del puertorriqueño con la izquierda latinoamericana, declarado fan de Hugo Chávez, quien ha dinamitado momentos claves de países; siempre en favor de algunos políticos con mensajes ocultos de resistencia social que alimenta y agita a las personas hacia ideologías revolucionarias.
En Colombia, hechos como la propuesta de Luis Pérez de poner la hoja de Marihuana en la bandera de Colombia son claros ejemplos de que el desespero por figurar incrementa la creatividad de algunas campañas, generado buenos resultados para algunas y efectos desafortunados para otras.
Las famosas tácticas de victimización de occidente también están vigentes en la contienda colombiana con actores de reparto como Marbelle, esto para mantener el nombre de Francia Márquez siempre vigente, siempre en las primeras planas, siempre como tendencia digital como una victima a la que todos debemos defender y por ende votar. Que Marbelle es de derecha, que no tiene sentido dirán algunos: bienvenidos al conocimiento de la demagogia. Donde nada es lo que parece para garantizar credibilidad.
Es por esto que no todo es escándalo o conmoción, bajo la misma estrategia de simbología y demagogia, elegimos en Colombia y América Latina candidatos vicepresidenciales que representan las minorías, de descendencia afro, comunidad Lgtb y centrales de trabajadores, para que sus derechos, creencias y lenguaje inclusivo, sea puesto como potentes símbolos de adhesión, indignación, representación, división de clases y, por lo tanto, réditos electorales.