La violencia en el fútbol colombiano volvió a quedar en evidencia este miércoles en Pereira. En horas de la mañana, un grupo de aficionados del Deportes Tolima protagonizó disturbios en las inmediaciones del Estadio Hernán Ramírez Villegas, alterando el orden público. Según videos difundidos en redes sociales, algunos hinchas portaban armas, lo que obligó a la intervención de la Policía.

Ante esta situación, el alcalde de Pereira, Mauricio Salazar, ordenó el cierre de fronteras para los seguidores del equipo tolimense. La medida busca evitar nuevos enfrentamientos y garantizar la seguridad en la ciudad, especialmente en los alrededores del estadio, donde este jueves 13 de febrero, a las 8:30 p.m., se disputará el partido entre Deportivo Pereira y Deportes Tolima.

A través de un comunicado, el Deportivo Pereira informó que acataba la decisión de la Alcaldía y, en consecuencia, cerraba el acceso a la tribuna norte del estadio. Esta zona había sido habilitada para la hinchada visitante, pero debido a los incidentes registrados, permanecerá cerrada durante el encuentro.

🔴 Comunicado oficial | 12.02.2025 pic.twitter.com/pvx8e63A6x

— Deportivo Pereira 🐺 (@DeporPereiraFC) February 12, 2025

El club también explicó que las personas que adquirieron entradas para esa localidad podrán solicitar la devolución de su dinero. Para ello, deberán enviar un correo electrónico con los datos de la compra, copia de la cédula y certificado bancario a la dirección proporcionada en el comunicado oficial.

El partido es crucial para el equipo Matecaña, que atraviesa un inicio de temporada complicado. Actualmente, el Deportivo Pereira se encuentra en los últimos puestos de la tabla, y un sector de la afición ha manifestado su descontento con el entrenador Luis Fernando Suárez, exigiendo mejores resultados.

Las autoridades han reiterado el llamado a la convivencia pacífica en los escenarios deportivos y han señalado que se implementarán medidas estrictas para evitar que se repitan estos hechos de violencia. La iniciativa busca garantizar la seguridad en el fútbol colombiano y enviar un mensaje claro en favor del juego limpio y el respeto entre aficiones.